Y eso te hace sentir abrumado, triste, enfadado, desorientado o resentido con el mundo.
Es normal que te sientas así, nadie te ha enseñado cómo enfrentarte a los nuevos retos y a los problemas del día a día, no te han dado estrategias ni herramientas para vivir con alegría y ¡¡ SER FELIZ !!